
“Aquí no necesitamos psiquiatras ni divanes. Aquí tenemos armas automáticas… Eso si es una buena terapia..” Lo dice uno de los organizadores del Festival de la Metralleta de Knob Creek, en Kentucky. Un lugar en los EEUU donde niños de cuatro años disparan con las armas automáticas de sus papas y se familiarizan desde muy pronto con el olor a pólvora y la sensación de vaciar un cargador contra algo.
Texto cogido de: http://kanalalternativo.blogspot.com/