Estupenda mini película en la que se nos muestra cómo en nuestra vida diaria están constantemente presentes muchas marcas de diferentes empresas y corporaciones y casi no nos damos cuenta. Es una parodia (dramáticamente seria) del estilo de vida yanqui y por tanto el estilo de vida que influye de forma creciente en el resto del mundo.
A la presencia constante de publicidad, formas, colores, etc. que condicionan nuestro presente hasta hacerlo casi algo comercial, se une la trama de la película: un persecución y tiroteos al más puro estilo del oeste yanqui. Se quiere ligar de manera muy inteligente la cultura de lo privado, el dinero, las marcas, las corporaciones, etc. a una forma de vida vacía y sin sentido a la que puede conducir este sin sentido.
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